Añañau

Qué mujer no adora las muñecas recortables, infaltables en  esa infancia que se aleja tan despacio como un atardecer.  Recuerdo mi libro de primaria Venciendo 2 repleto de lindas niñas con vestidos de todo tipo y color.   Creo que a todas nos ha enamorado alguna vez, y lo mejor de esta dulce nostalgia es que con internet podemos ahora recordar a algunas y conocer otras tantas (qué pena que la mayoría esté en baja resolución si no las imprimía todas): Foto: Pinterest. Foto: Pinterest. Con esta inspiración de lo vintage y nostálgico, en una de mis tantas visitas a la librerías de Lima, vi un libro con imágenes de muñecas recortables: Quedé flechada y decidí ahorrar para comprarme ese libro llamado Oliver +S Little Things to sew. Por fin logré tenerlo y déjenme decirles que es un libro precioso de principio a fin. Con moldes fáciles de ver, no como las revistas que son una maraña ininteligible (no sé quién hizo esto pero nos ha arruinado la carrera de modista jajaja)

La nena ya ha pasado los terribles 2 años, ahora estamos en la etapa de los ¿terribles? 3 años (al parecer siempre tendrán un terrible). En esta etapa los nenes hablan tan lindo, sus frases son más elaboradas y debo confesar que hasta amo sus palabrotas. No soy una santa paloma, yo hablo "lisuras". Procuro no hacerlo delante de la nena, pero cómo recorcholis no voy a hablar "tacos" si la gente en nuestra ciudad es tozuda, y misteriosamente se pone más tonta cuando te ve con un niño en brazos. Bueno, pero ese es otro punto. Estamos en la etapa de no dejar hablar a la madre o padre pero ni por teléfono. No podemos entablar una pequeña conversación entre los dos sin que aparezca la pequeña para jalonear a su padre y llevárselo a jugar. Normalmente no cedemos y le exigimos que nos deje conversar porque ambos trabajamos muchísimo y los fines de semana pues también queremos charlar a parte de atenderla.  Pero claro es una niña chiquita, no lo ve de esa forma.  Si