Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2014

Tantas veces No

Niño, que eso no se dice,  eso no se hace,  eso no se toca. "Locos bajitos", canción de Joan Manuel Serrat. El miedo de hacerlo mal nos atrae al mal. No le digas a tu hijo: "Cuidado, no te vayas a caer",  dile: "Atención, conserva tu equilibrio". Alejandro Jodorowsky . ¿Se han puesto a pensar cuántas veces les dicen no a sus hijos? Yo sí. Y son muchas. Siempre me resulta un poco duro decirle a la nena “no esto”, “no lo otro”, “no, te he dicho” y “no no no”, y no porque sea difícil, para nada, sino porque desde que nació me propuse que esa forma de corregir estaría lo menos posible en mi vida, en mi casa y en mi mente. Pienso que no puedo estar todo el día diciendo no, pues la vida de adultos ya nos lo dice demasiadas veces y me parece muy fuerte trasladar a un pequeño niño el significado enorme que tiene esa palabra.  Como bien saben, la vida de padres está llena de contradicciones y a pesar de que no quiero decir no, de alg

Chuño estimulador

Siempre me ha encantado el tacto de las menestras, y me gusta, como a Amelie, hundir mis manos en los sacos de frejolitos o lentejas (mis abuelos vendían víveres y menestras en un mercadillo hasta cuando yo cumplí 5 años). Esa experiencia sensorial he querido transmitirla a la nena.  Ya antes habíamos probado los tres jugar con chuño, pero la vivencia fue un poco desastrosa. Nuestra casa era muy pequeñita y de pronto había chuño hasta en las ventanas. Ahora, con un departamento un poquito más grande, podemos jugar un poco más a gusto. Bueno, a lo que voy. Para estimular con chuño, solo necesitamos tres cosas: media bolsa de chuño, una tina y una manta para evitar que la habitación se llene de polvillo. Y una cara de ilusión así: El chuño (que es una harina de papa helada) la cogí de la marca Negrita, ya que no lo venden suelto... Como la nena ya es mayor, hemos procurado jugar con cuidado para conservar el chuño y reusarlo en una próxima vez. Ella ha metido las man