Ser padres es duro... Una interminable lista de quehaceres y atenciones nos espera desde que el pequeñuelo despega los párpados y dice "buenos días, mami. Tengo hambre".
Hay miles de enigmas e incógnitas sobre cómo soportamos estoicamente berrinches y pataletas de nuestros hijos. Lo que me pregunto es cómo aguantamos ese frío que nos corre por el espinazo cuando es la hora del baño del nene.
Advertencias de todo tipo siempre tenemos, sin embargo, jamás he oído una palabra de aliento para bañar a mi chiqui.
En mi experiencia bañadora, he tenido rabietas antibañera de todo tipo: remilgonas, gritonas, lloronas, simulación de secuestro y hasta sonoros ¡auxilios! Se me ha caído la cara de la vergüenza ante semejante cochinillo, sobre todo porque parecía que la iba a matar, y realmente pensaba que si seguíamos tirando una de la otra una de las dos iba a resbalar, entonces ya...
No generalizo, todas las paternidades son distintas, por lo tanto estos consejillos son para el disfrute o emergencia según las características de "vuestro tesoro".
Sé que somos creativos, sobre todo desde que tenemos que trabajar en las estrategias a la hora del baño. Estas son las mías.
1. Poner lentejitas y arrocitos en varios cubitos de plásticos para simular que cocinamos...
2. Comprar jabones con formas. Yo he logrado hacerlo con los de Natura, pero valgan verdades, me voy un poquito a la quiebra, pero sin duda queda en mi lista, al menos los de masajes.
3. No tirar la "panca" de los choclos o mazorcas, y simular que son barquitos en los que ponen sus juguetes.
4. Llenar globitos de carnavales y ponerlos en la tina. Este es un tip buenísimo, a mí me sirvió varias temporadas.
5. Finalmente, de esas poquísimas veladas de amor que tenemos, conservar los corchos de los vinos y hacer esto:
Creo que poner el champú es lo más difícil... No logro hacerme con ello y llevar la fiesta en paz...
Hay miles de enigmas e incógnitas sobre cómo soportamos estoicamente berrinches y pataletas de nuestros hijos. Lo que me pregunto es cómo aguantamos ese frío que nos corre por el espinazo cuando es la hora del baño del nene.
Advertencias de todo tipo siempre tenemos, sin embargo, jamás he oído una palabra de aliento para bañar a mi chiqui.
En mi experiencia bañadora, he tenido rabietas antibañera de todo tipo: remilgonas, gritonas, lloronas, simulación de secuestro y hasta sonoros ¡auxilios! Se me ha caído la cara de la vergüenza ante semejante cochinillo, sobre todo porque parecía que la iba a matar, y realmente pensaba que si seguíamos tirando una de la otra una de las dos iba a resbalar, entonces ya...
No generalizo, todas las paternidades son distintas, por lo tanto estos consejillos son para el disfrute o emergencia según las características de "vuestro tesoro".
Sé que somos creativos, sobre todo desde que tenemos que trabajar en las estrategias a la hora del baño. Estas son las mías.
1. Poner lentejitas y arrocitos en varios cubitos de plásticos para simular que cocinamos...
2. Comprar jabones con formas. Yo he logrado hacerlo con los de Natura, pero valgan verdades, me voy un poquito a la quiebra, pero sin duda queda en mi lista, al menos los de masajes.
3. No tirar la "panca" de los choclos o mazorcas, y simular que son barquitos en los que ponen sus juguetes.
4. Llenar globitos de carnavales y ponerlos en la tina. Este es un tip buenísimo, a mí me sirvió varias temporadas.
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5. Finalmente, de esas poquísimas veladas de amor que tenemos, conservar los corchos de los vinos y hacer esto:
Imagen de http://alittlelearningfortwo.blogspot.com |
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